Así, la historia de la pedagogía es más una historia de amor que una historia de materiales didácticos. ¿Cómo podemos mover la posición autoritaria de enseñar hacia aproximaciones más generosas de compartir? ¿Cómo podemos repensar los formatos convencionales de actividades y escuelas, y así redescubrir la inevitable idea de placer? (Parallel school)
En relación a esto, me gustaría referenciar el proyecto Parallel School como un caso paradigmático y muy vinculado a la idea y práctica de posicionamiento, compromiso y colaboración que se expone en la anterior reflexión, pero también como proyecto de autoformación alternativa. Su historia comienza a partir de unas cartas de los alumnos de la ENSAD (Ècole nationale superièure des Arts Décoratifs) a los alumnos de la RCA (Royal College of Arts) que se cruzan para buscar espacios de discusión e intercambio. De este proceso nació la propuesta Parallel School, un proyecto con un interesante posicionamiento que actualmente se sitúa en un marco no institucional y autogestionado relacionado con una amplia variedad de propuestas vinculadas con el arte y el diseño.