ENTREVISTAS

ENTREVISTA A JUANJO VERGARA

Juanjo Vergara es Pedagogo y experto en innovación educativa y metodologías activas. En 2016 fue reconocido como uno de los tres docentes más innovadores de España con el premio InspiraTIC D+I. Pero sobre todo Juanjo es una persona con mucha experiencia en diferentes ámbitos de la educación. Ahora tenemos la suerte de entrevistarle y nutrirnos de sus interesantes reflexiones de la mano de su último libro “Aprendo porque quiero” sobre Aprendizaje Basado en Proyectos y su extenso bagaje profesional.

Carlos Albalá: Hola Juanjo, en primer lugar muy agradecido de poder compartir esta entrevista contigo para mi Blog Aprender Colaborando. Hace no mucho has publicado el libro “Aprendo por que quiero. El aprendizaje basado en proyectos (ABP) paso a paso“, una estupenda apuesta por la transformación educativa. Sería muy interesante que nos contases en que consiste el ABP y que herramientas y beneficios podemos encontrar los docentes al trabajar con las estrategias de aprendizaje que nos propones tras tan sugerente título. En el libro comentas que el “ABP es una apuesta decidida por el trabajo cooperativo y la capacidad de los grupos para emprender un camino compartido en el aprendizaje”. ¿Qué papel juega el aprendizaje cooperativo dentro del ABP?

Juanjo Vergara: Querido Carlos de “aprender colaborando”. Es un placer para mi poder compartir con vosotros espacios de reflexión sobre educación, innovación y cooperación.  ¿Qué papel juega el aprendizaje cooperativo en el ABP?. Es como preguntar que papel juega la luz en la fotosíntesis. Aprendemos como vivimos; en comunidad. No existe un humano que haya aprendido algo al margen de otros humanos.

Construimos el conocimiento en relación. Adquirimos nuestra identidad gracias a la relación con los otros y -hoy más que nunca- sabemos que el conocimiento está distribuido. Hasta hace algunas décadas se pensaba que era posible -incluso deseable- aislarse del mundo para aprender. Esta idea creaba un un imaginario plagado de estereotipos como la del sabio encerrado en su laboratorio, el filósofo  aislado en su habitación o el artista perdido en el confín de un paisaje solitario. Sin embargo hoy sabemos que esto no es así.

Gran parte de la construcción del conocimiento -y por tanto el aprendizaje- es un fenómeno cultural. Mucho de lo que aprendemos tiene que ver con la construcción colaborativa del significado. El aprendizaje es un acto fundamentalmente social y -lógicamente- esto ha tenido impactantes consecuencias en cómo enseñamos.

Asistimos a un espacio de búsqueda en las estrategias de enseñanza. Esto es estimulante. Pero lo es mucho más saber que hay algunas cosas en las que todos estamos de acuerdo. Una de ellas es saber que el aprendizaje es una acción colectiva. Hoy asistimos a un escenario emocionante: Aprendemos como vivimos; en comunidad. El aprendizaje solo respira en espacios compartidos. En el resto; se asfixia. 

Visual Thinking by @dibujario

Visual Thinking by @dibujario

Carlos Albalá: ¿Qué cambios son necesarios y crees que se están viviendo en ese escenario de búsquedas de nuevas estrategias de enseñanza? ¿Cómo lo estás viviendo tú en primera persona en tu labor docente? ¿Que dificultades entrañan para que se lleven a cabo y calen de verdad en la sociedad y comunidad educativa? 

Juanjo Vergara: Ultimamente utilizo mucho el término “buscador” para definir a los docentes que están liderando el cambio educativo en la actualidad. Son muchos los “buscadores” con quien puedes compartir experiencias, reflexiones o materiales en las redes a diario. La característica que les une no es que apuesten por la misma “metodología didáctica”. Tampoco comparten el mismo nivel educativo y sus contextos profesionales son -en muchos casos- muy distintos. Sin embargo hay algo muy poderoso que les une; y es su incesante hábito de formularse preguntas y retos en su día a día como docentes. 

La insatisfacción es un arma poderosa y esta es la que une a decenas de docentes que saben deben revisar su trabajo. El aprendizaje en la actualidad no puede seguir reproduciendo modelos de principios del siglo XX y esta revisión no es simplemente una “actualización” en las “recetas educativas” a emplear. No se trata de formar a los docentes en el empleo de nuevas herramientas educativas. Es necesario un cambio de mentalidad. Y esto lo saben los “buscadores”.

Es posible utilizar herramientas educativas nuevas y no hacer nada especialmente novedoso en la enseñanza. Esto es algo que este importante grupo de docentes que están liderando el cambio educativo en la actualidad saben perfectamente. El cambio de mentalidad es un esfuerzo de reflexión colaborativo entre todos ellos -y sobre la práctica de su día a día en el aula-.

Buscando una estrategia que responda a una pregunta y una afirmación:

La pregunta: ¿Cuáles son las características que pensamos deben tener una estrategia educativa adecuada a las necesidades del aprendiz del siglo XXI?

La afirmación: Lo importante no son las herramientas a emplear sino para qué y cómo las uses. ¡El experto en tu aula eres tu!. Nadie salvo tu podrá generar un cambio efectivo en tus clases.

Hace algunos meses me pedían que analizara las páginas más interesantes -a mi juicio- sobre las llamadas “metodologías activas”. Para hacerlo intenté describir brevemente algunas de las características que deben reunir para ser entendidas como un marco estratégico para la enseñanza http://www.eduforics.com/juanjo-vergara-recomienda-10-las-mejores-paginas-metodologias-activas/ :

  • El contexto
  • El protagonista
  • El contenido del aprendizaje
  • La colaboración
  • El valor comunitario
  • La utilidad

En los últimos años estoy teniendo ocasión de compartir espacios de reflexión con muchos docentes de distintas regiones, escuelas, niveles educativos. En todos los casos escucho los mismos deseos y las mismas demandas que compruebo cada día cuando entro en mis propias clases.

El cambio es imparable. Hoy sabemos que lo que necesitan nuestros alumnos es muy distinto a lo que necesitábamos los escolares de hace cuarenta años.

Este es el cambio de mentalidad que supone un punto de inflexión en la educación. A partir de aquí las dificultades son muchas: la lentitud -cuando no parálisis- de las reformas legales, los modelos organizativos de los centros que dificultan la innovación, la referencia a pruebas externas que generan modelos basados en el estrés y el delirio, las relaciones competitivas con las familias y la comunidad …

La buena noticia es que el grupo de “buscadores” ha tomado conciencia de su importante labor y ha establecido una dinámica relacional propia; comparten foros; comentan blogs; difunden noticias, materiales y opiniones en Twitter; acuden sistemáticamente a espacios de formación-reflexión en los que aparecen como expertos o participantes de forma dinámica; etc.

Carlos Albalá: En la introducción de tu libro hablas de la “creación de experiencias educativas cooperativas que puedan provocar un cambio personal y grupal al enfrentarse a ellas“. Como docente creo que debe ser una apuesta vital a la hora de generar estrategias de aprendizaje y construir buenos ambientes en comunidad. ¿Qué ingredientes crees que necesitamos para lograr instaurar una buena base para la creación de dichas experiencias?

Juanjo Vergara: Creo que uno de los cambios radicales en la forma de entender la enseñanza actualmente es que los docentes comprendan que no son los encargados de “transmitir el conocimiento” sino de “provocar experiencias de aprendizaje”. Esto no es simple palabrería; es un cambio sustancial en la mentalidad de los docentes del siglo XXI.

Podría pensarse que esta afirmación invita a que los diseños didácticos busquen edificar un complicado escenario de “fuegos artificiales” que “motiven” al alumno en torno a una temática que el docente quiere presentar: ¡Nada más alejado de la realidad! Esto no es suficiente.

Motivar no es crear la intención de emprender un proyecto educativo y a esto dedico una de las partes más importantes de mi libro. Hasta el punto que el propio título se compromete con esta idea: Aprendo porque quiero”: El aprendizaje es un acto fundamentalmente intencional y el gran desafío de los docentes es provocar experiencias educativas que conecten los contenidos con las vidas reales de sus alumnos.

portada libro

Esto es algo que saben bien los grandes maestros. Esos docentes que consiguen que sus alumnos se embarquen en grandes proyectos. Para hacerlo solo necesitan hacerse una pregunta: “¿Qué dice de mi alumno el tema que quiero tratar?”. O dicho de otra forma: “¿Dónde está presente el eje del proyecto en la vida cotidiana de mis alumnos; en sus relaciones diarias, sus familias, sus amigos, lo que ve en su entorno, lo que desea, lo que sueña?”

No se puede comprometer a un alumno con un proyecto si no habla de su propia vida; de sus relaciones y su contexto cercano. Hacer visible el proyecto en sus vidas es a lo que yo llamo provocar experiencias educativas.

Carlos Albalá: En todo este proceso que planteas en tu libro: ¿Qué transformaciones o cambios debe suceder en el papel que juegan los alumnos, los profesores y cualquier otro agente educativo que participa? 

Juanjo Vergara: Es necesario cambiar -de una vez por todas- la metáfora de Escuela como fábrica encargada de la instrucción. Es una visión tecnicista que debe ser superada en un mundo flexible y complejo como el que vivimos. Nuestros jóvenes aprenden todo el tiempo y en todos los lugares.

Es necesario pasar de la idea de escuela-educadora a la de comunidad-de-aprendizaje. Un entorno social y natural en el que se viven experiencias compartidas que provocan ocasiones de aprender y actuar en consecuencia.

Fíjate que en una comunidad que asume su papel como agente educador no existen fenómenos como el llamado “fracaso escolar” o el “abandono”. ¡Nadie abandona la comunidad donde habita. Nuevamente es un cambio de mentalidad. Desde el punto de vista práctico, construir comunidades comprometidas con el aprendizaje tiene que ver con dos habilidades que debemos desarrollar todos -docentes, aprendices, familias, vecinos, etc.- y son “la escucha” y “la complicidad”.

Solo es posible crear experiencias educativas que comprometan a los alumnos en proyectos de aprendizaje si desarrollamos -todos los agentes implicados- la capacidad de escuchar a los propios aprendices. Sus intereses, sus necesidades, sus sueños, sus vidas cotidianas, lo que observan a diario y lo que quisieran observar son la arcilla sobre la que modelar los proyectos educativos. “La Escucha” es la herramienta para conseguirlo.

La otra habilidad a desarrollar es “La Complicidad”. Cuando los alumnos deciden emprender un proyecto de aprendizaje deben sentirse acompañados. Deben saber que pueden contar contigo para ayudarles en el proceso.

Fíjate que tanto “La Escucha” como “La Complicidad” son dos habilidades que poco tienen que ver con esa visión tecnicista del docente como “experto” y sin embargo exige una gran cualificación. Quizá sea momento de comenzar a repensar la formación que se ofrece en las universidades a los futuros docentes .

Carlos Albalá: Creo que te leí en una ocasión, no recuerdo donde, una bonita afirmación (dime si me equivoco): “solo se aprende con emoción”. Al hilo de esta frase y con tu dilatada experiencia de trabajo a tus espaldas ¿Qué consejo les darías a todas esas personas que están con la idea de apostar por ser docentes en diversas etapas educativas?

Supongo que te refieres a la frase que encabeza mi web (www.juanjovergara.com“Solo se aprende lo que emocional; solo se enseña lo que seduce”. Es una frase que busca un compromiso y una bienintencionada provocación.

Solo aprendemos lo que nos emociona. Con esta afirmación no solo quiero compartir el valor de las emociones en la construcción del conocimiento -cosa que sin duda hago-. Pretende dar valor a la utilidad del aprendizaje. Nuestros jóvenes -y nosotros mismos- aprenden cuando algo les lleva a hacerlo. Cuando el contenido de lo que aprenden conecta directamente con sus vidas y sus intereses. Si lo que les presentamos no conecta con sus vidas no se produce el aprendizaje.

Y esto explica la segunda parte de la frase “solo se enseña lo que seduce”. Esta pretende ser una provocación a los docentes para que entiendan su labor como creadores de experiencias de aprendizaje. Una experiencias que no se construyen -como he señalado antes- mediante artificios o “fuegos artificiales”. Se trata de ser capaz de situar en la primera persona de nuestros alumnos los contenidos. Unos contenidos que muchas veces ven alejados de sus vidas pero que sabemos son importantes para que comprendan y actúen en la realidad que habitan a diario.

Me pides un consejo para esos docentes que apuestan por el cambio en educación. Supongo que el mismo que me aplico yo mismo: ¡Que no den nada por sentado!. Creo que ser capaz de sentirse un “buscador” en este espacio de cambio es una actitud fantástica para liderarlo. Sentirse parte de la comunidad de docentes “buscadores” está abriendo -día a día- una red de confianza que comienza a llenarse de experiencias, debates, materiales y relaciones sobre la que redactar preguntas y respuestas. Sin duda es el único camino sensato.

Muchas gracias a Juanjo por su predisposición para la realización de esta entrevista.

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Fotografías: Álvaro López

Juanjo Vergara es Pedagogo. Experto en innovación educativa y metodologías activas. Profesor titular de Intervención Sociocomunitaria y maestro en excedencia. Es especialista universitario en “Organización y Dirección de Centros Educativos”, en “Animación Sociocultural” y “Educación de Adultos”. Autor del libro “Aprendo porque quiero. El Aprendizaje Basado en Proyectos paso a paso”. Colección Innovación Educativa, S.M (2015).

Autor y Director del curso “Metodologías Activas: ¿Cómo llevar la innovación a tu aula?” (S.M.Universidad Complutense). Colabora con el Ministerio de Educación en el desarrollo de cursos online en el proyecto ‘Mentor’. Autor y Coordinador del curso “Herramientas para el aprendizaje en educación formal y no-formal: El enfoque de proyectos”. Ha formado parte del equipo técnico de desarrolladores del Decreto de contenidos del nuevo Título de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística, para la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Profesor del Curso “Aprendizaje Global por Proyectos” en el Master de Educación para el Desarrollo de la Universidad de Comillas. Formador en ABP para los centros españoles participantes en el proyecto Global Cities (España, Reino Unido y Alemania). Colaborador con el GICE (Grupo de Investigación sobre Calidad Educativa para la Justicia Social) de la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del consejo editorial de la Revista Internacional sobre Investigación en Educación Global y para el Desarrollo. Miembro de la Comisión de Planificación y Evaluación de la Red Nacional de Docentes por la Educación al Desarrollo (AECID).

Colabora con centros de formación de profesorado, ONGs, Universidades y Centros públicos, concertados y privados como ponente impartiendo cursos y conferencias sobre innovación educativa, Aprendizaje Basado en Proyectos, formación de equipos directivos en Gestión del Centro por Proyectos, Educación para el Desarrollo y Ciudadanía Global, Aprendizaje y Servicio, emprendimiento social, integración de la tecnología y creatividad.



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